El Bosque De Nortengam

Antes de llegar a Nortengam pararon en un pequeño pueblecito para descansar.

Allí les alojaron en una pequeña cabaña, donde les dieron algo de comer,agua,armaduras y una espada a cada persona del grupo, pues ellos ya sabían que se iban a adentrar en Nortengam.
Jimena no paraba de pensar en su marido, al cual echaba mucho de

menos.Quería vengar su muerte por lo que pensó en seguir en camino
gris de Nortengam que llevaba hasta el Imperio de Luna y sus secuaces.
Pero ella sola no podía necesitaba la ayuda de sus compañeros.
Salena se levanto se dirigió hacia Jimena y le acaricio su pelo mientras
le susurraba al oído:
-Jimena te ayudaremos a vengar la muerte de tu marido.Tranquila
nosotros te apoyamos.
Jimena confusa pero tranquila se durmió.
Al día siguiente despertaron y prepararon todo para su gran aventura.
Le dieron las gracias a los habitantes del pueblo y marcharon a Nortengam.
Era temprano y el sol brillaba, al adentrarse en el bosque oscureció, el temor
se apoderó de sus mentes y por eso permanecieron unidos.
Caminaron y caminaron hasta quedar agotados.
Rafsen apoyo su fuerte y gran espalda en un árbol, seco las gotas del sudor
de su frente, con la manga sucia de su camisa, y saco una bota con agua; ofreció pero nadie quería,entonces el tomo un poco, cansado se sentó, y murmuro:
-Jamás llegaremos a su Imperio y si lo hacemos moriremos.
Ariei que estaba cerca lo oyó y enfadada le gritó:
¡Hay que intentar luchar! No solo por Jimena si no también por los demás.
Luna no parara de arrasar pueblos para después llevar allí a sus enormes ejércitos .
Rafsen miró a Ariei después dirigió la mirada a sus demás compañeros quienes
le miraban con caras tristes.
Rafsen pidió perdón y dijo que Ariei tenia razón y que no les defraudaría.
Tamira grito silencio.Todos la miraron asustados ella les dijo:
-Alguien nos vigila. De detrás de dos árboles salieron dos grandes centauros.
Rafsen y Esmeralda sacaron rápidamente sus espadas y apuntado a su cuello.
Esmeralda les pregunto:
-¿Quienes sois y de donde venís?
¡Contestad antes de que os decapitemos, criaturas infames!
Uno de ellos con un voz firme contesto:
-Nuestros nombres son Armenis y Anelis y venimos del pueblo
de Ertsen. Yo soy Armenis jefe de los soldados centauros y ella
es Anelis centaura entrenada para luchar y rastrear.

Esmeralda y Rafsen bajaron las espadas.

Armenis pregunto:
-¿Quienes sois y que hacéis en este peligroso bosque?
-Somos Esmeralda,Rafsen,Salena,Ariei,Tamira,Asmara y yo Jimena
Y nos dirigimos al imperio de Luna para vengar la muerte de mi marido
y terminar con esta guerra.
Contesto Jimena.
-¿Y vais solos? Eso es una locura, Luna tiene un gran ejercito.
dijo Anelis.
Entre sollozos Jimena contestó:
-No tenemos un ejercito con el que poder ir, y tenemos que acabar con esto
si no nadie lo hará y todos moriremos.
En cinco días estaremos en su Imperio y lucharemos con todas nuestras fuerzas.
-Bonitas palabras Jimena, nosotros te ayudaremos, llamaremos a nuestro ejercito
de centauros, ellos llamaran a las ninfas y seremos mas para luchar contra Luna.
Pero tendremos que esperar hasta mañana para que lleguen las ninfas, esta noche
todo mi ejercito de centauros vendrá aquí.
Dijo Armenis.
-Da igual lo que tengamos que esperar con tal de luchar contra Luna y poder
acabar con su ejercito.
Dijo Rafsen.
Y así lo hicieron; Armenis se dirigió a su pueblo.
Cuando llegó al pueblo comunico a su Rey lo ocurrido quien le dio vía libre.
El Rey centauro aviso a su ejercito para que se prepararan, mientras Armenis
avisaba a la reina blanca; que era una ninfa llamada Bianca, quien preparo a sus mejore ninfas y hadas mágicas para la batalla....

Mientras tanto Rafsen y Anelis fueron a recoger alimentos

y leña.De la nada salieron cuatro guerreros empuñando
cada uno una espada y dirigiéndose hacia ellos gritaron:
-¡Muerte!
Rafsen y Anelis sacaron sus espadas y salieron al encuentro.
Rafsen clavo su espada en el estomago de un guerrero y este
en un último esfuerzo le corto dos dedos, quedando Rafsen malherido.
Anelis al verlo se dirigió hacia los otros tres guerreros a quienes decapito.
Rafsen montó a lomos de Anelis y juntos volvieron con los demás.
Allí Jimena rasgo su vestido y con un trozo de tela y agua curo la herida
de Rafsen.
Este se tumbó en la hierba, los demás hicieron lo mismo.
Allí esperarían al ejercito centauro, a las ninfas y hadas mágicas...